Gracias Bélgica por todo lo que has compartido con el mundo: Tintín, los pitufos, Audrey Hepburn, y por supuesto ¡¡los gofres!! Ese pequeño y delicioso manjar que las personas sin problemas con el gluten podemos disfrutar recién hechos en puestos callejeros y restaurantes y que las personas con celiaquía… bueno, digamos que hay algunos gofres sin gluten envasados que no están tan mal. Pero claro, todo el mundo debería poder comer un gofre recién hecho, calentito, con su chocolate, su topete de nata montada, sus fresas, su lo que sea. Para solucionar esta injusticia aquí está el Equipo de Investigación Sin Gluten de nuevo. Hemos hecho unos cuantos experimentos para poder ofrecerte una sencilla y deliciosa receta de gofres sin gluten dignos de un desayuno con diamantes. ¡Que la disfrutes!
Dividimos la leche en dos vasos, una parte la calentamos en el microondas lo justo para que esté tibia y le añadimos la levadura disolviéndola bien. Reservamos. La otra parte la calentamos un poco más y le añadimos la mantequilla para derretirla .
Añadimos la yema del huevo con cuidado de que no se cuaje.
Por otro lado mezclamos la harina, el azúcar y el pellizco de sal con una espátula.
En este momento la leche con la levadura ya se habrá espumado así que la mezclamos con los ingredientes secos. Intentamos deshacer los grumos y cuando ya tenemos una masa homogénea la tapamos con film transparente y la dejamos reposar.
En una hora la masa tendrá el doble de volumen. Montamos la clara del huevo a punto de nieve y la añadimos a la masa con delicadeza para que no se nos desmonte.
Encendemos la plancha y la pincelamos con aceite para que no se peguen los gofres. Cuando tenga la temperatura deseada echamos un par de cucharadas de masa y cerramos.
Cuando ya se han cocinado los sacamos con cuidado de la gofrera y… ¡¡que empiece la diversión!! Le puedes añadir fresas, Nocilla, sirope, nata, chocolate derretido, plátano, ralladura de naranja,…Las posibilidades son infinitas y te están esperando.